El Gobierno argentino tomó la decisión de suspender durante 30 días las exportaciones de carne vacunas para contener la presión sobre los precios que se viene registrando en los últimos meses.
En un comunicado emitido por Desarrollo Productivo sostuvieron que el Presidente “expresó su preocupación por el crecimiento sostenido en los últimos meses en el precio de la carne vacuna en el mercado interno”. Ante esta decisión, la Mesa de Enlace del sector decidió reunirse y tomar la decisión de organizar un cese de comercialización de todas las categorías de hacienda vacuna desde las 00 hs. del jueves 20 de mayo hasta las 00 hs. del viernes 28 de mayo, en rechazo a la medida.
No es la primera vez que se toma esta medida, sino que ya tiene su antecedente en el 2006 en el gobierno de Néstor Kirchner, pero fue un fracaso. “Los gobiernos están acostumbrados a utilizar medidas que en el pasado fracasaron. El gobierno se olvida que en el caso de la carne l 28% sin impuestos. El problema que tiene Argentina es el elevado déficit fiscal”, sostuvo el economista Valeriano Colque en Radio Pacífico.
En el 2006 cuando se suspendió la exportación de carne se perdieron casi 12 millones de cabezas, no es algo que haya funcionado bien. “Acá los controles de precios nunca fueron efectivos, la inflación entre los productos del programa Precios Cuidados fue del 53.4%. Para bajar la inflación tenes que bajar el déficit público, la emisión monetaria, bajar los impuestos para que pueda producir el sector privado y tomar gente en blando, eso va a ayudar más a las finanzas del Estado”, dijo Colque.
Por otro lado, aseguró que el gran problema del país también es gasto que existe en el sector estatal. “No puede ser que en Argentina el único sector que aumentó durante la pandemia fue el empleado público. 39.000 puestos nuevos de empleados públicos a nivel nacional, provincial y municipal. Les piden a los empresarios que bajen los costos, pero el gobierno sigue gastando más”, expresó.
Finalmente, dijo que la gira de Alberto Fernández por Europa fue positiva porque recibió apoyo del presidente de Francia, de Portugal y del Papa, pero es sólo un apoyo político. “Los principales países que tienen peso en el FMI, como Alemania, no fue a visitarlo. Puede tener apoyo político, pero el Fondo le va a pedir un plan económico que diga cómo va a hacer para bajar el déficit fiscal y el gobierno no lo tiene”, manifestó.
