Gustavo Barbaran: “Lo peor que le puede pasar a un país es que se ideologice su política exterior”

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La Organización de Estados Americanos (OEA) condenó las detenciones de dirigentes opositores en Nicaragua a meses de las elecciones presidenciales. El gobierno de Daniel Ortega detuvo en las últimas semanas a 13 dirigentes opositores, entre ellos 4 aspirantes a la presidencia. Ante esta situación, Argentina y México emitieron un comunicado en conjunto para expresar su “preocupación por los acontecimientos ocurridos en Nicaragua” y rechazar la persecución política de opositores, pero se abstuvieron en la votación de la OEA.

“La política exterior de un Estado refleja su política interna. Cuando la política interna es agrietada y convulsionada, eso se refleja en la política exterior. Lo peor que le puede pasar a un país es que se ideologice su política exterior”, sostuvo en Radio Pacífico Gustavo Barbaran, director del Instituto de Derecho Internacional de la Universidad Católica de Salta.  

Nicaragua tiene en su historia una larga data de enfrentamientos. Al ser un país tan chico, que no llega a los 7 millones de habitantes se espera que sea un país maravilloso como Costa Rica, pero lamentablemente Nicaragua estuvo gobernada por familias que ejercieron poderes despóticos en el país, como es el caso de los Somoza. Y ahora, la cruel dictadura de los Somoza fue reemplazada por la dictadura de Ortega.

“Lo mínimo que podía hacer Argentina es consultar con las cancillerías de los países a los que estamos próximos como Brasil, Paraguay o Uruguay o por lo menos anticipar lo que vamos a hacer. Yo no creo que haya ninguna solución más que la condena para Nicaragua, porque después los países empiezan a tenderle un cerco al país, presionándolo política y económicamente para que reaccione”, expresó Barbaran.

Por otro lado, el abogado condenó la política exterior de Argentina porque “es un país políticamente inestable y por eso la política exterior es errática”. La política exterior debe atender a los intereses permanentes del país, y quien fija esta política es el Poder Ejecutivo Nacional, el canciller es solo un instrumento. En este caso, el canciller argentino, Felipe Solá, en su momento recibió muchas críticas porque no era una persona experimentada en el tema. “Me parece que el canciller puede ser tranquilamente un político que tenga las condiciones necesarias para un cargo tan importante. Creo que la cancillería a partir del gobierno de los Kirchner se ha ideologizado, lo cual es un error. Si hay un ministerio que debe atender al interés de la Nación, es la cancillería”, aseguró.

Por último, Gustavo fue consultado por su opinión por la polémica de las vacunas de Pfizer. “Creo que es un tema muy manoseado por la prensa anti kirchnerista porque estamos viviendo una circunstancia tan compleja y terrible desde el punto de vista humano y económico que me parece que se está tratando de vacunar a todas las personas posibles con cualquier vacuna. No sé qué habrá pasado con Pfizer y no sé si alguna vez lo sabremos, pero me atengo a lo que dicen ellos. Me parece que la grieta de Argentina la cavan los de una vereda y los de la otra”, finalizó.

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