Dr. Bernardo Biella: “Cuando vemos un lunar no tan bueno hay que hacerlo revisar antes de que se transforme en malo”

Salud

La última semana de mayo fue la semana del cáncer de piel, uno de los tumores más agresivos el ser humano. La piel es el órgano más extenso del cuerpo y lo recubre en su extensión. Es un órgano que actúa como tejido de protección contra virus, bacterias y hongos y tiene unas estructuras de colores diversos que conocemos como lunares.

Estos lunares tienen una relación directa con unas células que se llaman melanocitos, son células que tienen melanina, que es un pigmento que tiene la piel que cuando la exponemos al sol de manera directa la piel se quiere proteger de ese sol dañino entonces aumenta la cantidad de melanina en diversos sectores.

“Hay algunos sectores que tienen alta cantidad de melanocitos y es donde aparecen los lunares. Dentro de esos lunares hay uno que es maligno que es el melanoma. A simple vista uno puede mirar el cuerpo y cuando vemos un lunar no tan bueno podemos hacerlo estudiar antes de que se transforme en malo”, dijo en FM Pacífico el Dr. Bernardo Biella.

El médico explicó que existe una forma de detectar los lunares malignos que es con el famoso ABCDE: aspecto, bordes, color, diámetro y evolución.

“Cuando hablamos de aspecto tiene que ver con que los lunares comunes son más bien lisos, con una forma simétrica, siempre la misma característica y superficie. Cuando empiezan a cambiar de forma, crecen, cambian el borde, le crecen pelos, cambian de color, estamos hablando de que el aspecto está variando y hay que empezar a preocuparse” sostuvo Biella.

Con bordes se refiere a que los lunares tienen bordes claritos, bien definidos, redondeados, si un lunar tiene bordes indefinidos que cambian con el correr del tiempo, podrían transformarse en malignos.

En tanto, el color tiene que ser uniforme y mantenerse a lo largo de la vida, el color debe ser homogéneo. Cuando hay más de un color o va cambiando el color, es un lunar con características malignas.

“Finalmente, cuando hablamos de diámetro tiene que ver con que un lunar benigno es normalmente de hasta 5 milímetros, si tiene más de 5 hay que revisarlo. Mientras que evolución se refiere a si aumenta de tamaño, cambia de color o de aspecto. Cuando alguna de estas 5 cosas pasan uno tiene que empezar a preocuparse y ocuparse”, manifestó el médico.

Biella recomendó revisar los lunares una vez al año con un médico especialista en piel, quien realiza un examen exhaustivo de todos los lunares del cuerpo.

“La exposición solar tiene mucho que ver porque los rayos ultravioletas son los que generan esto. A los bebés hasta los 6 meses es conveniente no exponerlos al sol en horarios pico, después de los 6 meses hasta los 5 años hay que ponerles bloqueador solar total”, pidió el profesional.

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