La presión impositiva sobre el campo: el Estado se queda con el 69,7% de lo que produce una hectárea de soja

Economia

Es una actualización parcial que realizó la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) y que contempla el incremento de las retenciones y la caída de precios. Hasta diciembre pasado, el Estado se quedaba con el 64,5%.

Uno de los principales motivos que desencadenó el cese de comercialización de granos y hacienda que impulsa un sector de la Mesa de Enlace, desde hoy y hasta este jueves, es la elevada presión impositiva que afecta los actuales niveles de rentabilidad, especialmente en aquellas zonas que están más alejadas de los puertos del Gran Rosario.

En esa zona del país, muchos productores manifestaron que se hace “inviable” el negocio con la presión tributaria actual, tras el nuevo aumento anunciado la semana pasada del gobierno de incrementar las alícuotas de las retenciones a la soja, más allá que habrá una compensación para productores de hasta 1.000 toneladas, que hasta el momento la administración de Alberto Fernández no definió como se va a implementar ya que no se ha publicado la Resolución en el Boletín Oficial.

Pero al momento de hacer un análisis profundo del cobro de impuestos al campo, la medición realizada por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) a pedido de Infobae en diciembre pasado reflejó que la participación del Estado en la renta agrícola alcanzaba el 60,4%, cuando en septiembre del mismo año se ubicó en el 56,4%. El aumento se registró por los primeros cambios en las retenciones que introdujo el gobierno de Alberto Fernández, a pocos días de asumir.

El significado de lo que representa el 60,4% de la participación del Estado en la renta, es que de cada $100 que genera una hectárea agrícola, surgidos del valor de la producción menos los costos, $60,40 se lo llevan los diferentes niveles de gobierno a través del cobro de los impuestos.

En esa medición de diciembre, la participación del Estado en soja fue del 64,5%, maíz 53,9%, trigo 53,5% y girasol 62%. De acuerdo a lo expresado por los especialistas de FADA, “las diferencias entre cada cultivo radican en los impuestos, como el caso de soja es que tiene 18% mayor nivel de retenciones que el resto, y en la renta que genera cada cultivo, a menor rentabilidad mayor participación relativa de los impuestos».

Tras el aumento de las retenciones a la soja, que pasaron del 30 al 33%, anunciado la semana pasada por la administración nacional, según explicó el economista jefe de FADA, David Miazzola presencia del Estado en el resultado de la oleaginosa alcanzará el 69,7%. Esta es una medición parcial que realizó la Fundación, que además contempla la baja de precios internacionales que ya alcanzó un 11%.

Producciones alejadas de los puertos

Aquellas zonas productivas alejadas de los puertos son las más afectadas por la suba de las retenciones a la sojaa pesar de las compensaciones que busca implementar el gobierno, con serias complicaciones para la productividad y competitividad de los productores

Estas producciones deben enfrentar, además, un mayor costo de transporte, condiciones agronómicas del suelo y climáticas, que suelen ser más desfavorables que en la zona núcleo. Además, en el norte del país se debe gastar más en algunos insumos agrícolas, como los fitosanitarios, que también requieren más labores para aplicarlos.

La combinación de estas realidades, hacen que sea más costoso producir y transportar la producción en las regiones más alejadas de los puertos, al tiempo que los rindes suelen ser menores.

Los datos de FADA muestran que transportar una tonelada de soja desde un lugar a 260 kilómetros del puerto, equivale al 6,4% del precio FOB de la soja. Hacerlo desde 600 kilómetros, implica el 9,8% de ese precio.

Fuente: Infobae

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *