El caso de la bebé recién nacida robada en Tartagal y la recuperación de tres menores argentinas en Tarija son una realidad que se hizo visible hace algunos días, pero que se denuncia hace años.
Catez, la bebé wichi de Tartagal, llevaba horas de nacida cuando fue arrancada del lado de sus padres mientras todavía estaba internada en el hospital Juan Domingo Perón. La robaron el viernes 14 de julio a las 7 de la mañana cuando su mamá fue al baño, acompañada por el padre de la pequeña.
El 17 de julio los medios informaron sobre la repatriación de tres menores argentinas, desde Bolivia. Según fuentes oficiales, dos de las tres víctimas sufrieron abuso sexual y no viven en la zona fronteriza norte, sino en una localidad del sur de la provincia que dista a 180 km de la ciudad de Salta. El regreso de las menores se concretó por el puente internacional de Aguas Blancas-Bermejo.
“La trata de personas es uno de los delitos más antiguos que existe en la historia de la humanidad. Lo positivo que podemos sacar de esta situación vivida la semana pasada es que podemos volver a hablar de este tema. Es un delito que se volvió a hablar de a poco y sigue existiendo. La gente cree que son cosas que pasan en las novelas o en otros países, pero es un delito que pasa mucho en nuestro país y sobre todo en nuestra provincia”, sostuvo en Fm Pacífico el abogado Marcelo Nieto, presidente de la Fundación Volviendo a Casa
Nieto explicó que casi siempre las redes de trata están conformadas por mínimo 3 personas y no actúan al voleo, sino que es algo que está pensado estratégica y previamente. Para la Fundación Volviendo a Casa el robo de la bebé no fue al azar, sino que la familia había sido escogida previamente.
“Celebramos que haya funcionado correctamente el Alerta Sofía porque fue una de las grandes razones, junto al apoyo de la comunidad y la difusión, por la que se encontró a esa niña. En estas organizaciones normalmente el primer eslabón está acá en la ciudad, pero tienen conexiones con grandes capitales de Argentina o del exterior”, manifestó.
Además, el abogado dijo que generalmente cuando secuestran bebés van a parar a matrimonios que no pueden tener hijos. “Es imposible, en teoría, que un bebé recién nacido desaparezca de un hospital, sin embargo esto pasó”, expresó.
