Desde la mañana del martes, Ana María Simón, madre de Javier, Damián y Guillermo Saavedra, quienes están acusados del crimen de Jimena Salas, se encadenó en la puerta de Ciudad Judicial para exigir la libertad de sus hijos y afirmar su inocencia.
“Hay muchas mentiras y muchos inventos. Quiero pedirles por favor que dejen de ensuciar a mis hijos y a mi familia. Ellos no tienen nada que ver con esto y lo vamos a demostrar. Les puedo asegurar que el ADN de mi hijo ha sido manipulado por personal del CIF. Ninguno de los celulares de mis hijos los ubica en el lugar del hecho, sino que los ubican a kilómetros. Por suerte esa información del GPS no han podido manipular porque si no ya lo hubiesen hecho”, sostuvo en FM Pacífico Ana María.
La mamá de los acusados aseguró que el GPS de Javier Saavedra lo ubica en Villa Floresta y no en Vaqueros donde fue el crimen. Además, aseguró que las pruebas como el perro o el llavero del club Gimnasia y Tiro “no son suficientes”.
“Se van a acordar de mí cuando se demuestre que el ADN de mi hijo es falso. Hemos respondido todas las preguntas y nos hemos puesto a disposición respetuosamente desde el primer día que comenzó toda esta fábula. Quiero saber por qué seguir con semejante mentira, qué hay detrás de todo esto, por qué mis hijos. Que deje de difamarnos y de faltarle el respeto a la memoria de Jimena Salas y a su familia”, dijo.
