La marcha ayer 8 de Marzo por el Día de la Mujer terminó teñida por los colores del aborto. Por un lado en contra, por otro a favor, lo cierto es que el protagonista fue él.
El Día de la Mujer estuvo marcado por homenajes, conmemoraciones, canciones, videos y consignas de las más variadas, reivindicando el rol de la mujer en la sociedad, y recordando los años de lucha por los derechos conquistados. Pero culminando la jornada que debía ser de toma de conciencia de la realidad de la mujer, de las situaciones de violencia que aún hoy viven, y de reflexión como sociedad de cuanto nos queda por mejorar, surgió un tema que nos divide como sociedad: el aborto.
Desde las 17 horas, el mástil de Plaza 9 de Julio fue el punto de concentración del movimiento de «los pañuelos verdes”, quienes si bien destacaron la voluntad política del Poder Ejecutivo de enviar el proyecto al Congreso, plantearon serios cuestionamientos a la objeción de conciencia institucional, es decir, la posibilidad de que un hospital pueda negarse a realizar un aborto porque no está de acuerdo con que sea legal.
A su vez el movimiento, que luego marchó hacia la Legislatura, levantó su voz para exigir el fin de los femicidios, transfemicidios y travesticidios; la reivindicación de las condiciones de las trabajadoras dependientes, independientes, cooperativistas; y los derechos que históricamente han sido desiguales, como el trabajo no remunerado y las tareas del hogar.
Por otro lado, en San Martín y Alberdi, también hubo una movilización del movimiento ProVida. “Es lamentable que en una Argentina llena de necesidades básicas, urgentes y necesarias, el presidente haya puesto el acento en la matanza de niños inocentes”, detalló Magdalena Marcone, ex candidata a diputada del Frente Nos y PCP Salta.
En la oportunidad, se realizó una caminata con rezo del rosario hacia la Catedral Basílica de Salta, que culminó con la participación en una misa. “Es una ley sin razón que va en contra del ser humano y en contra de la mujer misma. Haremos todos lo posible para que la mujer entienda”, concluyó Marcone.
Y es que la Iglesia había convocado para el día de ayer a marchar en todo el país en contra del aborto, sobre todo desde que el presidente Alberto Fernández anunció el envío de un proyecto en ese sentido.
La marcha del «Si a la vida», integrada por familias enteras, hombres y mujeres de todas las edades, con pañuelos celestes o banderas argentinas, caminó por calles céntricas y terminó en la catedral. A la cabeza iba un cartel que decía «Salta le dice no al aborto».
Pero en este mismo 8 de marzo, quienes militan a favor del aborto también decidieron marchar. Con el pañuelo verde como símbolo de una lucha que las identifica, muchas mujeres marcharon también por el centro de la Ciudad y fueron hasta Plaza 9 de Julio.
Cuando anochecía las marchas a favor y en contra del aborto se vieron cara a cara, y los cánticos y consignas de unos y otros subieron de tono. por lo que la Plaza 9 de Julio fue el punto inevitable del encuentro entre ambas posiciones.
Fuente: Informate Salta
