Urtubey brindó su último discurso como gobernador

Provincia

El mandatario realizó un balance sobre sus casi doce años al frente de la provincia, criticó al gobierno nacional, y comparó los índices alcanzados en Salta con los de Nación.

Juan Manuel Urtubey habló durante casi una hora en la apertura del  121º período de sesiones ordinarias en la Legislatura. Realizó un repaso por sus diversas áreas de Gobierno, destacó la inversión en educación, en producción y el cuidado de las reservas naturales, entre otros.

Pese a que faltan algunos meses para finalizar su mandato (hasta el 10 de diciembre), y aunque no hubo anuncios en su discurso, Urtubey dejó entreveer sus aspiraciones a la presidencia y remarcó que en Salta no hay grietas: » En nuestra amada provincia hay diferencias, discusiones y posturas diferentes, muy diferentes. Pero no hay, no existe, la grieta. Esa palabra divide, separa y no nos permite concentrarnos en crecer, curar, educar y desarrollar» .

Por último, el gobernador dejó en claro que pondrá su mayor esfuerzo hasta el último día de su mandato.

Compartimos con ustedes el último discurso de Juan M. Urtubey como gobernador de la provincia de Salta:


Cada primero de abril es un día especial para mí. Y tal vez hoy sea el más especial de todos. Ustedes saben que es mi último discurso como Gobernador ante esta honorable Asamblea. Me llena de orgullo darlo,  de emoción haber llegado hasta aquí y me llena de responsabilidad mi deber de gobernar hasta el próximo 10 de diciembre, con las mismas ganas y la misma pasión del primer día. Tengan la seguridad de que así lo haré.
Quiero agradecer a todos su presencia. A los que están ahora y a los que estuvieron antes. Siempre he sentido a esta Legislatura como un poder fundamental del Estado. He aprendido en ella y hemos tenido una relación adulta que trajo beneficios a los salteños. En nuestra amada provincia hay diferencias, discusiones y posturas diferentes, muy diferentes. Pero no hay, no existe, la grieta. Esa palabra divide, separa y no nos permite concentrarnos en crecer, curar, educar y desarrollar. Pareciera que buena parte de los dirigentes se sienten más cómodos odiando que construyendo y eso debe avergonzarnos. Cuando se discute por el poder y no por el bienestar de la gente, el resultado es conocido.
Contarles que el PBI per cápita de la República Argentina del año 2018, es exactamente el mismo que el del año 2007 en el que asumí como gobernador, me exime de mayores comentarios. 
El último año fue particularmente difícil para todos, la inflación fue del 47,6%. La fuerte devaluación hizo que el dólar pasara de 18 a 37 pesos, más del doble; la deuda externa aumentó al 95% del PBI, la pobreza al 32%, de acuerdo a la última medición del INDEC.
El cierre de pymes, la pérdida de competitividad de las economías regionales, la caída de la actividad comercial, el brutal incremento de tarifas de servicios públicos y la desocupación creciente completan el escenario en el que gobernamos en 2018, con políticas que no compartimos ni apoyamos.
No ha sido, ni es fácil como habrán visto, lograr una mejora en las condiciones de vida de los salteños en un contexto tan desfavorable como el que vivimos. Aunque es obvio que una provincia no puede desarrollarse plenamente en un país que no se desarrolla, no vine aquí a para encontrar culpables, sino como siempre, a hacerme cargo de mi responsabilidad frente a ustedes y a nuestro pueblo, de lo hecho y de lo que falta aún. 
En este contexto considero pertinente hacer referencia a la situación de la Provincia. Es mi obligación informar acerca de la situación fiscal, el año 2018 terminó con un superávit primario del 2,5% y superávit fiscal financiero de 1,6%, mientras la Nación lo hizo con un déficit fiscal primario del 2,3% y déficit fiscal financiero del 4,9%. 
Respecto de la deuda pública, la misma representaba al asumir mi gestión el 73% de los ingresos anuales, al día de hoy la deuda representa el 44,8% de los ingresos, casi un 40% menos. Es un 10,20% de nuestro producto bruto, muy por debajo del 95,40% que representa la deuda pública nacional.
Es vital contar con una administración ordenada para poder enfrentar el desafío de gobernar una provincia, que a pesar del esfuerzo de todos, tiene un Producto bruto per cápita que representa apenas el 37% del producto per cápita nacional, lo que significa hablando sin eufemismos, que somos dos veces más pobres que el promedio de los argentinos. 
Frente al alarmante aumento de la pobreza en la Argentina y la histórica debilidad estructural de nuestra región, es destacable el trabajo que permitió bajar la tasa de indigencia en la provincia casi a la mitad, del 11,4 al 5,9%, mientras en el país esta disminuyó solo un 1,5%, esto es del 8,2 al 6,7% en el mismo período 2007/2018.
Lo mismo ocurre con la tasa de desocupación, en la que Salta se ubica con 8,9% por debajo del promedio nacional del 9,1%.
Pero quiero reiterar que, aunque en estos 11 años la pobreza haya crecido en Salta menos que en el promedio del país, los salteños estamos viviendo un momento muy difícil, al que le damos pelea de frente como lo manda nuestra historia y tradición. Por su parte, este gobierno en medio de la tremenda crisis, mantiene sus convicciones y un camino iniciado hace ya mucho tiempo.
Desde el comienzo, mi gobierno se basó en tres pilares: la equidad, la integración de la provincia dejando de lado la absurda división entre capital e interior, y el desarrollo sustentable, partiendo del fortalecimiento institucional.
Convencidos, hemos cumplido con el deber inexcusable de respetar la división de poderes, la libertad de prensa y los derechos de las salteñas y los salteños.
La principal herramienta para trabajar en la equidad y el desarrollo es garantizar educación inclusiva y de calidad. El presupuesto destinado a Educación representa el 41%, la partida más importante de los recursos que administra el Poder Ejecutivo a mi cargo.
Nuestra provincia necesitaba contar con mayor acceso a la educación: construimos 190 escuelas, una cada 23 días de gobierno. Estamos construyendo 33 escuelas más. Al finalizar la gestión habremos superado las 200 nuevas escuelas.
Hoy cada uno de los municipios cuenta con su escuela secundaria y hay un terciario en cada uno de los departamentos.
Erradicamos 50 de las 70 escuelas rancho que había al asumir nuestra gestión, llegamos con la educación intercultural bilingüe a 29.742 estudiantes, también acompañamos su evolución, inclusive con albergues para que los estudiantes de pueblos originarios puedan seguir sus estudios en universidades en esta ciudad.
A través de la instrumentación de secundarias mediadas por tecnologías, llegamos a lugares a los que nunca llegó el secundario. Llevamos también la secundaria al hospital o al domicilio de 3.300 pacientes y a 7.700 personas privadas de libertad. 
Con el pase libre facilitamos el acceso de los chicos al sistema educativo, se realizaron más de 280 millones de viajes gratis.
En estos años, y en esta misma línea de acción, hemos entregado a los estudiantes de la provincia más de 3 millones de módulos educativos que incluyen manuales, libros de textos, carpetas y útiles escolares.
En educación terciaria, la matrícula creció de 20.893 a 45.979, un 120%. En cada uno de los departamentos, los jóvenes salteños pueden continuar sus estudios.
La creación del Instituto de Idiomas de Salta permitió que 10 mil salteños tengan la oportunidad de iniciar o continuar sus estudios y muchos de ellos inclusive tuvieron la posibilidad de rendir exámenes de acreditación. 
Queremos que nuestros niños inicien su escolarización lo más temprano posible, construimos 343 Jardines de Infantes o salas de Nivel Inicial, estamos construyendo 59 más. La tasa de escolarización de salas de 4 años creció del 26,7 al 88% durante nuestra gestión y la de escolarización de salas de 3 años ya supera el 55%.
Todo esto fue posible gracias al compromiso de nuestros docentes que, desde el Chaco hasta la Puna, de Salvador Mazza a la Candelaria, han demostrado su inclaudicable vocación de servicio.
Para lograr cubrir esa mayor prestación de servicio, los agentes del sistema educativo pasaron de 23.224 en el año 2007 a 34.316 en el año en curso, lo que representa un 48% más de agentes destinado a la educación de nuestros chicos. También trabajamos en la recuperación del salario de los docentes, que pasaron de percibir en diciembre de 2007 un sueldo que estaba 3,65% por abajo del promedio de la región, a percibir en diciembre de 2018 un 30,46% más que el promedio regional.
La capacitación continua de los docentes a través de los planes de formación se verifica claramente en la reducción de tasas de repitencia, abandono y tasa de promoción efectiva en la primaria. La advertimos también en los resultados del operativo Aprender, en los que, de 2016 a 2018, Salta se destaca en el primer lugar en la mejora en matemáticas, superando, igual que en lengua, la media nacional. 
A través de las políticas socioeducativas, la escuela volvió a ser el centro de la actividad en pueblos y barrios, con múltiples actividades culturales, deportivas, recreativas y de formación. Se capacitaron 10.860 directivos y docentes en educación sexual integral. En 124 escuelas, 968 docentes participaron junto a 32.715 estudiantes en el plan de prevención del embarazo adolescente.
Como consecuencia del fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, se sancionó la ley 8073 que armoniza el precepto constitucional y el mencionado fallo de la Corte Suprema, y cierra la histórica polémica vinculada al derecho de los padres o tutores a que sus hijos reciban educación religiosa en el sistema público de educación.
Es precisamente la educación, la más formidable herramienta de progreso y crecimiento, la que nos ha permitido hacer valer lo nuestro ante el país. Hemos logrado, entre todos, que nuestra provincia ocupe por fin, frente al resto de los argentinos, el lugar y la importancia relegada durante siglos. Hemos logrado, por fin, el merecido reconocimiento de los argentinos al General Martín Miguel de Güemes. No se trata de haber ganado un día libre, sino de que Güemes, junto al General San Martín y el General Belgrano, sea considerado padre de la Patria. Y esta verdad que los salteños sentimos en la sangre, ya no solo se enseña en las escuelas de nuestra provincia: se enseña y se aprende en todas las escuelas del país.
La construcción del Museo en su memoria contribuyó también a ese objetivo histórico y es parte de la enorme inversión realizada para fortalecer el acceso a la cultura, de salteños y visitantes. A este museo debemos sumarle el de La Vid y el Vino en Cafayate, la creación del Ballet Folklórico Provincial, la Escuela de Música e Instituto de Bellas Artes, los más de 1000 beneficiarios del Fondo de Desarrollo Ciudadano Cultural, el mejoramiento y puesta en valor del casco histórico de la Ciudad y de nuestro Patrimonio Arquitectónico y Cultural. Sólo como ejemplo de esta tarea quiero nombrar a la Casa de Leguizamón y la restauración de las Iglesias San Francisco y La Viña, entre otras.
Las intervenciones en pueblos mágicos e históricos, salas de cine y teatros en municipios del interior de la provincia, como los de Güemes, Metán y Rosario de la Frontera, marcan claramente la vocación de este gobierno por cuidar lo que hace única a Salta y garantizar a todos el acceso a lo que antes era para pocos.
Muy pronto sumaremos la Usina Cultural, el Mercado Artesanal, la Casa de la Cultura en Tartagal, el museo de San Antonio de los Cobres y decenas de anfiteatros, que ya están en construcción.
El acervo cultural de nuestra comunidad sumado a la belleza natural con la que Dios nos bendijo se ha transformado a la vez en una fuente de recursos, actividad económica y trabajo que no para de crecer a pesar de las dificultades que atraviesa el país.
Nuestra provincia pasó de recibir 1.1 millones de turistas en 2007 a recibir 1.82 millones en la actualidad. De los 33 vuelos semanales en los que en 2007 recibíamos a 402 mil pasajeros en el aeropuerto Martín Miguel de Güemes, pasamos a 118 frecuencias aéreas semanales y recibimos 1.122.000 pasajeros el último año.
Esto no sucede por generación espontánea, Salta creció de 2007 a la fecha de 13.300 plazas hoteleras a más de 21.000 en la actualidad. En el mismo periodo de tiempo, más de 54.000 salteños participaron de acciones de capacitación, nos hemos consolidado como uno de los más importantes destinos en turismo de reuniones y en estos últimos 11 años, hemos obtenido 10 veces el premio anual Bitácora de Oro por ser el destino mejor promocionado de la República Argentina. 
La inversión en infraestructura y servicios turísticos realizada en la construcción de terminales de ómnibus en muchísimos municipios, entre los que destaco Iruya, Rosario de la Frontera y Cafayate; la puesta en valor del Hotel Termas, la construcción de hosterías como la de Guachipas, la recuperación del Tren a las Nubes, las obras de conservación del Qhapaq Ñan, entre tantas otras acciones ya realizadas, deben continuar para seguir sosteniendo este posicionamiento. 
En esa misma dirección se encuentran, entre muchos otros, el programa Lugares Mágicos, con inversiones en San Antonio de los Cobres, Seclantás y Chicoana, el Centro Cultural de Pueblos Originarios en Tartagal, el proyecto participativo realizado con el Colegio de Arquitectos de Salta de ampliación del recorrido del Complejo Teleférico San Bernardo al cerro Ala Delta, que se financiará con su propia recaudación. 
La agenda del desarrollo sustentable requiere de una adecuada relación entre crecimiento y protección de nuestros recursos naturales. En estos 11 años la superficie destinada a la agricultura creció de 1.567.058 a 2.063.750 hectáreas, lo que representa 32% más, mientras que la superficie de área protegida creció de 2.391.721 en 2007 a 4.040.557 hectáreas, un 69% más. 
A los pocos días de asumir como gobernador, la Provincia era intimada mediante resolución judicial a detener el desmonte y la tala indiscriminada. Realizamos el ordenamiento territorial, incorporamos 1.648.836 hectáreas al sistema de áreas protegidas y castigamos con firmeza a quienes violan la ley.  
En mi gestión, por cada hectárea que se sumó a la producción se sumaron más de 3 hectáreas protegidas. Somos la provincia con mayor extensión de área protegida de la Argentina, con una superficie que equivale a 200 veces la ciudad de Buenos Aires.
En esta misma línea de acción, durante estos años se realizaron 8.677 evaluaciones de impacto ambiental, se capacitaron a 5.683 personas y se realizaron 4.614 inspecciones ambientales mineras dejando atrás el sistema de declaraciones juradas de las empresas sin control ambiental del Estado.
Promovimos, junto a municipios, el tratamiento de residuos con la creación de consorcios, como el conformado por municipios del Valle Calchaquí y otros actualmente en ejecución.
En estos momentos difíciles que vivimos en los que la política económica nacional desalentó y desalienta sistemáticamente la inversión,  fue la adecuada articulación entre una mayor conciencia ambiental y el desarrollo productivo lo que permitió el incremento de un 32% de la superficie bajo cultivo. Destacándose el crecimiento de cultivos intensivos como vitivinicultura con un 85% y la implementación de pasturas en un 82%, de la mano del aumento de la ganadería que creció, en bovinos más de un 50% y en porcinos más de un 70%.
El sector lácteo presentó un crecimiento del 100% en la producción de leche, superando los 150 mil litros diarios y pasamos de 30 a 85 tambos.
La asistencia a pequeños productores y el programa Intercosecha superó los 300 millones de pesos. Además del apoyo técnico y financiero a la producción, también mejoramos en infraestructura. Invertimos en redes de electrificación sobre rutas productivas, construyendo líneas de alta tensión. Las obras de riego realizadas en Colonia Santa Rosa, en Metán y la presurización del río Toro permitieron la optimización de 17 mil hectáreas de riego. En la presente campaña agrícola contamos con 270 mil hectáreas bajo riego. 
Para lograr un desarrollo inclusivo, el sector primario debe estar plenamente integrado con la industria. Favorecimos la instalación y el desarrollo de nuevas industrias en el interior creando 6 parques industriales. Las empresas radicadas en parques industriales pasaron de 61 a 223 con más de 7.300 puestos de trabajo comprometidos.
A través del Fondo Provincial de Inversiones y las Leyes de Fomento, en estos 11 años se financiaron 6.168 emprendimientos por un monto de 2.300 millones de pesos, colaborando en la creación de 11.516 puestos de trabajo.
La asistencia y capacitación a MiPymes, las incubadoras de empresas y la creación de empresas sociales en casi toda la provincia fueron también algunas de las acciones que, en conjunto con los municipios, permitieron sumar miles de personas ocupadas.
En el sector minero, en el que la provincia tiene cifradas expectativas de futuro, ya se han creado 7.770 nuevos empleos y el canon minero creció un 2.821%. Nuestra provincia fue calificada por el Instituto Fraser en el segundo puesto de Argentina, consolidando el destino para inversiones que en la última década alcanzó los 8000 millones de pesos, monto que, frente a la maduración de los proyectos en ejecución, se estima para cada uno de los años de la década entrante.
Las energías renovables, con algunos proyectos ya en marcha por más de 300 MW, son otras de las fuentes de importante inversión en marcha en la provincia. 
En materia energética, la construcción de más de 1.800 kilómetros de líneas de alta y media tensión, de González a Pichanal, de Senda Hachada a Dragones, de Guachipas y de Cobos a Salta, entre otras. Fueron complementadas por más de 3.300 km de líneas de baja tensión, que permitieron estabilizar la provisión del servicio y llevar luz a localidades y parajes en los distintos puntos de la provincia, desde Santa Victoria Este hasta Quebrachal o La Candelaria.
Estas obras, sumadas a la construcción de centrales para generación de mini redes, la provisión de más de 7.000 paneles solares, y las obras de electrificación en comunidades de pueblos originarios, representan una sustancial mejora en la calidad de vida a lo largo y ancho de nuestra provincia.
La cantidad de usuarios de energía eléctrica creció de 250 mil a 350 mil salteños.
Asimismo, se construyeron más de 1.300 kilómetros de gasoductos y redes de gas, sumando 60 mil nuevos usuarios.
Hoy, 47 mil familias son beneficiarias de la tarifa social de gas natural y 77 mil familias salteñas tienen tarifa social de energía eléctrica, lo que significa un importante esfuerzo fiscal para el Gobierno provincial.
Aumentar los niveles de conectividad de los salteños demanda también un esfuerzo importante, en esa dirección podemos nombrar rutas que literalmente le cambiaron la vida a los salteños: la ruta 54 a los habitantes de Santa Victoria Este, la ruta interurbana Tartagal Mosconi, la 36 en el Valle de Lerma, la variante en la ruta 28, la circunvalación sureste, la 33 entre el Nogalar-Mal Paso y Piedra del Molino-La Herradura, y están en ejecución aún la ruta 26 que comunica Solidaridad con la avenida Tavella, la ruta 13, en Rivadavia Banda Sur y los puentes de La Mamora-Los Toldos y Animaná-San Antonio, por nombrar sólo algunos.
Esta inversión se complementó con la tarea realizada por todos los municipios de la provincia que, con financiamiento provincial en planes de descentralización, trabajaron en la pavimentación y adoquinado de miles de cuadras, cambiando para siempre la fisonomía de cada uno de sus ciudades y pueblos.
La provisión de agua potable y cloacas fue y es otra de las tareas prioritarias de nuestra gestión. Sumamos más de 50 mil usuarios de la red pública de agua potable y un número similar a la red de desagües cloacales, esto se logró con 17 nuevas captaciones, 3 nuevas plantas potabilizadoras, 8 optimizaciones de plantas existentes, 5 plantas depuradoras y 7 optimizaciones de plantas depuradoras, más de 1000 kilómetros de nuevos acueductos, redes y colectoras máximas; más de 500 pozos, drenes y cosechas.
Es interminable el listado, parece que fue hace un siglo, pero quiero recordar la erradicación de los piletones de zona norte de esta ciudad y la construcción de la nueva planta que cambiaron la vida de los vecinos, como ha pasado en cada uno de los rincones de la provincia. Como pasa con las redes de agua en el Chaco Salteño o en la Puna, o más cerca, en la zona comprendida entre San Luis y La Silleta, por ejemplo.
Estamos ejecutando obras que mejorarán sensiblemente las condiciones de vida de salteños, desde aquellos que esperan la pronta finalización del nuevo acueducto Yacuy-Tartagal en el departamento San Martín, o el Acueducto del Acay en el departamento del Los Andes, pasando por el de Campo Alegre-La Caldera, o la planta potabilizadora de Tartagal, o la undécima colectora en la capital, por solo nombrar algunas de las más de 100 obras en ejecución para mejorar el servicio de agua.
Hoy, el 91% de los salteños tiene cobertura de agua potable y el 82% tiene cobertura de desagües cloacales. Para poner en contexto, es útil saber que en Argentina el promedio de cobertura de agua potable es del 84%, y de un 54% el de cloacas, muy por debajo de la cobertura en nuestra provincia.
Esto colaboró decisivamente en la mejora de los niveles sanitarios de la población, y se sumó a la gran inversión e innovación realizada en el área de salud.
A la construcción de los 7 nuevos hospitales, en Embarcación, Quebrachal, Iruya, La Poma, Rivadavia Banda Norte, Seclantás, y el Papa Francisco, le debemos sumar la primera etapa del de Angastaco, la ampliación de los hospitales de Santa Victoria Este, Rivadavia Banda Sur, Orán, Yrigoyen, Urundel, Tartagal, Orán, Mosconi, Isla de Cañas, Rosario de la Frontera, Rosario de Lerma, San Carlos, en la ciudad de Salta el Público Materno Infantil, el San Bernardo, el Oñativia, por nombrar solo algunas de las más de 250 obras de ampliación y refacción realizadas en hospitales y centros de salud de la provincia, desde Olacapato en los Andes hasta El Ocultar en Rivadavia, desde Mecoyita en Santa Victoria Oeste hasta El Vencido en Quebrachal.  
Las obras mencionadas se completan con las que aún están en ejecución en los hospitales de San Antonio de los Cobres, Aguaray, Cerrillos, Metán, Pichanal y Alto La Sierra, por nombrar algunas de las decenas de obras en marcha.
Incorporamos 5 tomógrafos en distintos puntos geográficos de la provincia, el Centro Regional de Hemoterapia, centros para tratamiento de adicciones en Orán y en esta ciudad, el Centro Integral de Rehabilitación Física, el Laboratorio de Histocompatibilidad, construimos también la Casa del Niño y Fundación Hope y estamos prontos a inaugurar en Centro de Operaciones del SAMEC.
El nuevo modelo operativo de complejidad creciente y la digitalización de historias clínicas, mejoran sustancialmente el acceso a los servicios y la calidad de las prestaciones. Se encuentran en funcionamiento en 24 hospitales y en todos los centros de salud de capital.  
El 148, Centro de Atención Ciudadana, permitió coordinar gran parte de las 4 millones de consultas y más de 40 mil cirugías, solo en el año 2018. Soy consciente de la insatisfacción de los ciudadanos en algunos de estos servicios, el fuerte crecimiento de la demanda en el sector público nos obliga a mejorar aún más nuestras prestaciones.
Aumentamos en un 64% la cantidad de ambulancias y llevamos la cantidad de agentes sanitarios de 8.747 en 2007 a 12.589, en la actualidad.
Recuperamos el sistema de atención primaria de salud y lo equipamos con casi 300 motocicletas y tecnología para que podamos tener en tiempo real las novedades del estado sanitario, sobre todo de los sectores de mayor riesgo.
Esta enorme tarea realizada desde salud, sumada a la creación del Ministerio de Primera Infancia, que cambia el enfoque de abordaje del Estado en la atención de los niños, la instalación de 98 centros de primera infancia, la creación de los centros de recuperación nutricional en Tartagal y Salta, el incremento de más de un 60% en moneda constante en la inversión en la niñez, fueron las herramientas con las que contamos para enfrentar flagelos que aún castigan a nuestra provincia y a toda la Argentina.
La forma de resolver los problemas es asumirlos y no echar culpas a otros. Que uno de cada dos niños sea pobre en la Argentina, no da para diagnósticos o para buscar culpables. Cuando asumí como gobernador de Salta, la mortalidad infantil era superior al 15 por mil y la mortalidad materna era del 8 por diez mil. Lo denuncié con intensidad, en esta misma Casa, pero no para echarle la culpa a nadie, lo hice para que todos trabajemos juntos buscando revertir esa dolorosa situación. Hoy, la tasa de mortalidad infantil es del 9,6 por mil, está en niveles similares a los del promedio nacional y la mortalidad materna es del 1,5 por diez mil, muy por abajo del promedio del país.
No da para festejos, pero vamos en el camino correcto y lo hicimos juntos. De acuerdo a los valores registrados en 2018, entre los chicos de 2 a 5 años tenemos un 1,4% de malnutrición por déficit y un 5,9% de malnutrición por peso excesivo, trabajamos en eso en los centros de recuperación nutricional a los que hice referencia y con un programa de concientización como Alimendar, para recuperar el hábito de alimentarnos con lo que nos da nuestra tierra y dar herramientas a las familias capacitándolas en alimentación saludable y prevención de malnutrición.
Creamos la tarjeta social para colaborar con las familias más vulnerables, y a través del plan de abordaje integral de políticas alimentarias, 81.144 niños son titulares de derecho de este programa y reciben sin intermediarios los fondos para adquirir los alimentos que necesitan.
Con especial atención trabajamos para garantizar la seguridad alimentaria de niños y niñas de pueblos originarios a través de programas focalizados en la atención de 14.820 niños, en su documentación y el acceso al sistema educativo intercultural bilingüe, gracias a la fuerte inversión en la construcción de escuelas y la capacitación de docentes.
Se institucionalizó y democratizó el Instituto de Pueblos Indígenas de Salta y, a través del reconocimiento y transferencia de 643 mil hectáreas, dimos un paso decisivo en el camino a la resolución del histórico conflicto entre originarios y criollos.
Las políticas sociales destinadas a los adultos mayores se orientaron a promover su participación social y desarrollo integral. Los talleres recreativos contaron con la participación de más de 14.500 el año pasado, 2.466 asisten a la universidad de la tercera edad, y desde que pusimos en vigencia el pase libre a jubilados se realizaron más de 185 mil viajes.
El complemento a los jubilados de la caja provincial que estaban por debajo del salario mínimo vital y móvil trajo alivio a aquellos con haberes más bajos.
En lo que respecta a la Policía del trabajo, gracias a la acción conjunta con los representantes de los trabajadores, realizamos más de 4000 inspecciones sobre formalidad laboral, más de 3000 sobre seguridad e higiene y colaboramos en más de 1300 negociaciones concertadas.
Promovimos de una manera sostenida el acceso a la vivienda digna a través de la mayor inversión en la construcción de viviendas de nuestra historia.
Durante mi gestión construimos y entregamos 19.415 casas, y en el presente año hay 3.039 casas más en construcción. Colaboramos también con mejoras en 13.801 viviendas y hay 2.074 en ejecución.
Sumadas a las obras de pavimento ejecutadas y en ejecución en todos los municipios, realizamos obras de alumbrado público a lo largo y ancho de la provincia, terminales de ómnibus y edificios municipales, entre tantas otras.
Sostenemos una fuerte política de incorporación de espacios públicos para facilitar el encuentro de todos los salteños. Hemos construido plazas en absolutamente todos los municipios de la provincia y espacios de masiva utilización de los salteños, como el Parque de la Familia en Orán, el Parque de la Democracia en la zona sur y el Parque del Bicentenario en la zona norte de la ciudad, a los que sumaremos próximamente el Parque de la ex Boroquímica.
La masiva participación de niños y jóvenes en los torneos, juegos y actividades fue favorecida por la construcción de más de un centenar de playones deportivos, decenas de complejos polideportivos, canchas y plazas de la salud a lo largo y ancho de toda la provincia. 
Para tener niveles aceptables de calidad de vida, cada una de las familias demanda más y mejor seguridad, más y mejor justicia. Garantizarlo es una tarea indelegable del Estado. Persiguiendo ese objetivo es que aumentamos la cantidad de agentes de seguridad un 67%, de los 8.357 agentes de seguridad existentes en 2007 crecimos a 13.923.
Al asumir mi función, la cantidad de policías operativos cada mil habitantes era de 3,2. Actualmente es de 5,55. Pasamos de 337 móviles policiales a 1.000. La cantidad de dependencias policiales aumentó de 121 a 171. 
El aumento de la cantidad de efectivos se acompañó de más capacitación. Ya no ingresan nuevos agentes con solo un par de meses de instrucción, hoy se necesita un par de años, rendir exámenes en la universidad, y una vez incorporados, continúa la capacitación con la colaboración de organismos líderes en la lucha contra el delito, como el FBI, la DEA, las fuerzas de seguridad de Israel y China, entre otras. 
La instalación de más de 1400 cámaras de video vigilancia, el equipamiento con GPS a los efectivos, el funcionamiento del 911, estructurados en el modernísimo Centro de Coordinación Operativo, cambió la lógica de funcionamiento de nuestra fuerza de seguridad mejorando notablemente su capacidad de respuesta, que pasó de 30 minutos a 8 minutos de promedio, un gran avance teniendo en cuenta la geografía de nuestra provincia.
La tasa anual de homicidios dolosos, que en 2008 era del 7,10 cada 100.000 habitantes, descendió al 4,97 en el año 2018.
La seguridad vial es y seguirá siendo una de las preocupaciones más grandes de los salteños. Trabajamos en eso, aumentamos de 59 a 432 los agentes y de 17 a 108 los móviles afectados exclusivamente a esta tarea. Necesitamos la colaboración de las policías de tránsito municipales y de las fuerzas federales en las rutas nacionales para mejorar la dolorosa estadística de accidentes fatales en nuestras rutas y calles.
En estos últimos 11 años se secuestraron 9.976 kilos de drogas, se realizaron más de 21 mil operativos, desbaratando más de 3.000 bocas de expendio.
La adhesión a la ley nacional que permite la desfederalización de la lucha contra el narcomenudeo, implementada desde 2014 en la provincia, sumada al significativo aumento del personal de la dirección de drogas peligrosas, de 120 a 385 efectivos, y la coordinación operativa entre magistrados y agentes provinciales y federales, permitió que en estos pocos años se hayan detenido por microtráfico a 2.329 personas, y haya al día de la fecha 1.197 condenados.
Hoy se puede denunciar un robo o venta de drogas sin ir a la comisaría, con sólo bajar una aplicación gratuita en el teléfono celular cualquier vecino puede colaborar, anónimamente, en la persecución del delito.
El trabajo de la división de Trata de personas dio sus frutos con el rescate de 223 personas, por cierto, la mayoría eran niñas o jóvenes.
La mejora sustantiva en la lucha contra el delito, sumada al fortalecimiento y profesionalización de la fuerza de seguridad, se deben también en gran medida a las profundas reformas realizadas a través de la ley de flagrancia; el sistema acusatorio a través de la reforma al Código Procesal Penal de la Provincia y la creación del cuerpo de Investigaciones fiscales, sumado a la instalación de fiscalías y juzgados en el interior.
La violencia doméstica, y particularmente la violencia de género, es un flagelo que lastima a todos los salteños y argentinos.
Creamos el Polo Integral de la Mujer, el Observatorio de Violencia Contra las Mujeres, 4 refugios para víctimas de violencia, 5 juzgados de violencia de género, 5 defensorías de violencia familiar y de género, y 7 fiscalías penales de violencia de género y delitos contra la integridad sexual. Incorporamos también el sistema de pulseras y botones antipánico.
Aunque el último año muestre alguna mejora respecto del anterior, lamentablemente los resultados parciales nos dicen que no alcanza con lo realizado. 
En los últimos 2 años casi 1.500 instituciones, más de 28 mil docentes y 470 mil estudiantes participaron en jornadas de prevención y erradicación de la violencia de género. Tenemos que insistir en este camino para erradicarla.
Creo fervientemente que la mayor participación ciudadana reconfigurará la lógica de funcionamiento de los poderes del Estado en la mediación. Encontramos una prueba clara de ello en los 71 centros de mediación creados en los que se realizaron 82.668 mediaciones comunitarias y 28.900 extrajudiciales. 
Esta participación ciudadana descomprime y complementa la indelegable tarea de la Justicia, que en estos años tuvo un crecimiento significativo en la capacidad de prestación de servicios. Los nuevos edificios de Tartagal o de Metán que reconfiguraron la estructura urbanística de sus ciudades, la ampliación de la Ciudad Judicial de esta ciudad o de las dependencias de Orán, son una prueba cabal.
No alcanza solo con edificios, el crecimiento de los recursos humanos y la participación de la Justicia en el presupuesto público provincial debe institucionalizarse a través del reconocimiento de la autonomía financiera del Poder Judicial, profundizando el camino iniciado por mi gestión con la autolimitación en la facultad para designar Jueces de la Corte; ya no más entre gallos y medianoche, sino a través de un proceso participativo que dura meses, en el que los ciudadanos tienen la oportunidad  para fundar sus adhesiones o impugnaciones.
La calidad institucional no es sólo una frase que queda linda para decir desde la oposición, hay que llevarla a la práctica cuando uno está en posiciones de poder. Eso hicimos con la creación del Consejo Económico Social, con el proceso participativo del Plan de Desarrollo Estratégico de la Provincia, con la instrumentación de la boleta única electrónica.
Con la instrumentación de la tarjeta social y con la profunda descentralización de recursos a todos los municipios de la provincia, sin distinción, en contraposición a lo que ha pasado en nuestro país. Hicimos lo que nadie hizo, hicimos lo que correspondía.
He luchado incansablemente por instalar ante los distintos gobiernos nacionales la necesidad de sentar las bases de un país federal en serio, real y no meramente enunciativo. No lo hice solo. Otros gobernadores y legisladores nacionales como los que me acompañan, también lo hicieron. Nos encontramos con evasivas, con excusas y también, con poca voluntad.
Aunque debo reconocer la buena predisposición y los avances surgidos de los pactos fiscales firmados con el actual gobierno, la coparticipación sigue pareciendo una dádiva del Gobierno nacional de turno y no un derecho de las provincias y sus habitantes. Es más, se han producido arbitrariedades difíciles de entender. 
Más de una década teniendo la mayor responsabilidad institucional de la Provincia me ha marcado a fuego. Y marcada a fuego tengo la imagen de un mediodía a pocos días de asumir, recorriendo con el barro hasta las rodillas lo que en ese tiempo era el asentamiento Solidaridad, con Edith, que como hoy, en ese momento me acompañaba. Había llovido mucho, vecinos abajo de 4 palos y una lona, no había calles, no había casas, solo había gente que las necesitaba.
Impresiona pasar hoy por allí y ver las casas con servicios, las avenidas y calles, el hospital Papa Francisco, la escuela, la autovía en construcción sobre la ruta 26, los chicos yendo a estudiar con el pase libre y hasta una canchita de futbol sintético.
La misma cancha en la que juega un chico de La Merced, en Santa Victoria Este, con luz, con agua potable, con escuela, centro de salud nuevo y con una ruta pavimentada para poder viajar y conocer la capital.
Tan exhaustivamente como les cuento lo hecho, podría contarles lo que falta. Los salteños debemos seguir la lucha contra la pobreza y sus tremendas consecuencias. Debemos seguir poniendo a nuestra provincia como protagonista de los tiempos que vivimos. Debemos seguir entendiendo al turismo como política de Estado. En fin, son muchas las cosas por hacer, pero no dudo que quien me suceda hará lo necesario por el bienestar de nuestros hermanos y hermanas.
Siento un enorme agradecimiento a nuestro pueblo. En los momentos más difíciles fueron y son las salteñas y los salteños mi refugio, mi fuente de energía, mi razón para luchar.
He aprendido más de mis errores que de mis logros, de las críticas que de los elogios. He tenido y tengo gente llena de talento que me ha acompañado y que ha dejado y deja su alma en la gestión.
He recibido y recibo muchísimo afecto de la gente, muchísimo. Tengo la enorme fortuna de seguir caminando por la calle como cuando llegué: solo, sin custodia, sin miedo y con la misma tranquilidad de conciencia.
Creo haber logrado más amigos que enemigos y haber entendido cabalmente que el respeto por el adversario es también el respeto a nuestros coprovincianos. 
Tres veces fui elegido por mi pueblo. Quiero que sepan que no hay un solo momento de mi vida que yo no elija a mi provincia y a mi gente.
Siempre hablé de ayudar al Gobierno nacional en todo lo que se pueda. Siempre dije que si al gobierno le va mal, le va mal a la gente. Pues bien, lamentablemente al gobierno le va mal y a la gente le va peor. Son muchos los argentinos que sufren y son pocas las soluciones que se avizoran. Incentivar la grieta no es gobernar, es dividir buscando reinar.
Afortunadamente los argentinos se están dando cuenta de la importancia de un pueblo unido, que es mucho más fuerte que cualquier gobierno.
Esta tarde y mañana, como todos los días, seguiré trabajando: queda mucho por hacer y muchos meses por delante.
Creo que los salteños debemos caminar juntos en la larga ruta del bien común entendiendo que sólo trabajando unidos lograremos lo que el pueblo nos demanda, que sólo escuchando podemos aprender, que sólo pensando en el que menos tiene tendremos más futuro, y que sólo se puede ser feliz cuando se hace feliz a la gente. 
Los convoco a que sigamos luchando por nuestra amada Salta.
A concentrarnos en lo que es importante para todos y no para unos pocos. Para eso hemos sido elegidos y ese, sólo ese, es nuestro trabajo.
Muchas gracias a todos.

Fuente: Gobierno de la Provincia de Salta.

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